Sobreprotección infantil: ¿una forma de maltrato?

Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 12 segundos

Todos queremos lo mejor para nuestros hijos. Queremos que sean felices, que no sufran, que vivan una infancia segura y sin traumas. Sin embargo, en ese intento de protegerlos del mundo, a veces caemos en un error silencioso: sobreprotegerlos. Y aunque parezca contradictorio, ese exceso de cuidado, de anticiparnos a sus necesidades, de resolverles todo… puede acabar perjudicándolos más de lo que los ayuda.

Sobreproteger no es simplemente estar pendientes o cuidar. Es más bien no dejar que nuestros hijos vivan ciertas experiencias por miedo a que se frustren, se equivoquen o sufran. Es hacer por ellos lo que podrían hacer solos, impedir que se enfrenten a retos y convertirnos en un colchón constante frente a cualquier caída. Y en la mayoría de las veces, los padres no son conscientes o lo niega

Como dice el psicólogo Javier Urra, «quien sobreprotege, incapacita». (Urra, J. (2010). «El pequeño dictador. Cuando los padres son las víctimas».)

«Cuando sobreprotegemos, estamos impidiendo que el cerebro del niño desarrolle ciertas áreas […]»

Un niño al que siempre le solucionan los problemas acaba creyendo que no puede hacer nada por sí solo. Le cuesta tomar decisiones, se siente inseguro y necesita la aprobación constante de los adultos. Con el tiempo, esto puede traducirse en una baja autoestima y una dependencia emocional difícil de romper.

La psiquiatra Marian Rojas Estapé lo explica muy bien: cuando sobreprotegemos, estamos impidiendo que el cerebro del niño desarrolle ciertas áreas responsables de la iniciativa, la toma de decisiones y el control emocional. (Rojas Estapé, M. (2021). «Encuentra tu persona vitamina».)

Puede parecer que ayudarles demasiado con los deberes o justificar sus errores académicos es una forma de apoyarles, pero en realidad les estamos quitando la oportunidad de aprender del esfuerzo. Muchos niños sobreprotegidos muestran menos responsabilidad, se frustran con facilidad y se desmotivan rápidamente.

Algunos de los posibles efectos de la sobreprotección infantil pueden ser:

1. Falta de autonomía y autoestima baja

Uno de los efectos más directos de la sobreprotección es la falta de autonomía personal. Al resolverles constantemente los problemas, los niños aprenden que no son capaces por sí mismos. Esto deteriora su autoestima y los vuelve dependientes emocionalmente. Como señala el equipo de Avance Psicólogos (s.f.), los niños sobreprotegidos “presentan mayores niveles de ansiedad y muestran baja tolerancia a la frustración, al no haber desarrollado estrategias de afrontamiento”.

En esta línea, la psiquiatra Marian Rojas Estapé advierte que sobreproteger a los hijos impide el desarrollo de áreas clave del cerebro, como la corteza prefrontal, responsable de la toma de decisiones, la planificación y la autorregulación emocional. En sus palabras, una educación basada en el miedo anula la capacidad del niño para actuar con iniciativa y afrontar retos, lo que favorece la inseguridad (Rojas Estapé, 2022a).

2. Bajo rendimiento académico

Aunque muchos padres creen que aligerar la carga de sus hijos (por ejemplo, ayudándoles en exceso con los deberes o excusándolos de sus errores escolares) les facilita el éxito, lo cierto es que se genera el efecto contrario. Tal como expone el portal Ser Padres (2023), al evitarles la posibilidad de enfrentarse al error, los niños no desarrollan habilidades como la perseverancia o el esfuerzo, fundamentales para el aprendizaje. Esto puede provocar desmotivación, falta de responsabilidad académica y menor rendimiento escolar.

3. Dificultades en las relaciones sociales

El desarrollo de habilidades sociales como la empatía, la cooperación o la resolución de conflictos requiere práctica y exposición a situaciones reales. La sobreprotección impide que los niños gestionen por sí mismos sus interacciones, lo que puede llevar a una mayor dependencia de los adultos, timidez extrema o incluso comportamientos agresivos cuando no se les da lo que esperan. Como explica el equipo de Avance Psicólogos, esta actitud “limita su habilidad para resolver desacuerdos o para tolerar la frustración en relaciones interpersonales”.

4. Falta de interiorización de normas y valores

Cuando se sobreprotege a un niño, es común que se le excusen comportamientos inadecuados o que no se le impongan límites claros. Esto puede obstaculizar la interiorización de normas sociales, valores éticos y sentido de la responsabilidad. Según el sitio Psicología y Mente (2023), la sobreprotección puede llevar al desarrollo de personalidades egocéntricas, intolerantes a la frustración y con dificultades para respetar las normas o la autoridad.

5. Problemas de respeto hacia figuras de autoridad

Al impedir que los niños enfrenten consecuencias naturales por su comportamiento, la sobreprotección debilita el valor del respeto hacia los demás. Se forma así una visión del mundo en la que los adultos están para resolver sus problemas y eliminar obstáculos. Según el medio El País (2025), esto contribuye a la aparición de comportamientos desafiantes y una menor capacidad de aceptar normas provenientes de figuras como profesores o entrenadores.

«Los niños necesitan equivocarse también en lo social: pelearse, reconciliarse, negociar, ceder, decir que no. Si siempre estamos ahí para intervenir o dirigir sus relaciones, les impedimos aprender por sí mismos.»

Cuando se justifica todo lo que el niño hace o se le evita cualquier consecuencia negativa, es muy difícil que entienda el valor de los límites. Hay numerosos casos de padres que acuden a los centros educativos a reclamarles a los maestros y profesores alguna nota, alguna decisión tomada o, justificar algún comportamiento de los niños, ausencia de realización del trabajo de clase… (en el mejor de los casos).

Marian Rojas Estapé, médica psiquiatra y autora de varios libros, habla con frecuencia sobre los efectos de una crianza basada en el miedo. (Rojas Estapé, M. (2018). «Cómo hacer que te pasen cosas buenas».)

También alerta sobre una paradoja muy actual: padres que no dejan a sus hijos cruzar la calle solos, pero les dan acceso ilimitado al mundo digital. La libertad en lo virtual sin límites, y el control absoluto en lo cotidiano. Un desequilibrio que tiene consecuencias. (Declaración de Marian Rojas Estapé en entrevistas públicas sobre crianza y tecnología (2024).)

«¿Puede considerarse la sobreprotección infantil como una forma de maltrato?»

Puede parecer una afirmación dura, pero muchos expertos están empezando a hablar de la sobreprotección como una forma sutil de maltrato.

Eva Millet, autora del libro «Hiperpaternidad«, lo dice claro: si evitamos que nuestros hijos se enfrenten a la vida, les estamos quitando herramientas para madurar. (Millet, E. (2021). «Hiperpaternidad. Del modelo mueble al modelo altar».)

Desde la psicología, se habla incluso de “maltrato invisible”. Porque aunque no se vea ni se nombre, sus consecuencias son profundas: ansiedad, inseguridad, intolerancia al fracaso, dependencia emocional…

La otra cuestión es, y si desde los distintos ámbitos o servicios  profesionales se denunciase a aquellos padres con sospechas de este tipo de maltrato, ¿cómo actuaría la justicia?

¿Qué evidencias se pueden aportar y probar para que la demanda siga su curso? ¿Qué efectos, en caso de considerarse una forma de maltrato, tendría sobre los padres?

Proteger, sí. Pero no impedir. Acompañar, sin controlar. Estar cerca, pero sin invadir. Criar desde el amor también significa soltar un poco la mano y confiar en que nuestros hijos pueden más de lo que creemos.

La clave está en el equilibrio: límites claros, afecto sincero, y espacio para que descubran quiénes son sin que lo hagamos todo por ellos.

Os dejo, a continuación, algunas entrevistas de la reconocida psicóloga Marian Rojas Estapé hablando sobre los efectos de la sobreprotección infantil.

Si deseas dejar tu opinión o responder a algunas de las cuestiones planteadas, puedes hacerlo más abajo.

El daño de la sobreprotección en el cerebro infantil
El error de la sobreprotección

Descubre más desde Miguel López Fernández

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos
Responsable Miguel López Fernández +info...
Finalidad Gestionar y moderar tus comentarios. +info...
Legitimación Consentimiento del interesado. +info...
Destinatarios Automattic Inc., EEUU para filtrar el spam. +info...
Derechos Acceder, rectificar y cancelar los datos, así como otros derechos. +info...
Información adicional Puedes consultar la información adicional y detallada sobre protección de datos en nuestra página de política de privacidad.